EL COMIENZO DE UN INFIERNO

by - septiembre 25, 2017



































El inicio del curso escolar es el embrión perfecto para el Bullying. Ahora es cuando después de un verano los alumnos se acercan a las aulas después de una temporada estival rodeado exclusivamente de tus familiares y amigos. Toca enfrentarse a un nuevo reto, aquellos que inician por primera vez en el centro o en una nueva clase les toca unirse a compañeros en la misma situación  o estudiantes que ya habitaban en el anterior curso. Pero eso no es tarea fácil, no es solo llegar y saludar e introducirse en un grupo, los profesores lo ven muy fácil, pero requiere de una aceptación y similitud de carácter para poder tener el permiso, o bien ser sumiso y aceptar todas las condiciones de acceso. También queda otra opción, buscar a otro compañero en la misma situación, que no le importe la compañía  de un lobo solitario y ser marcado con la yerra que se impone a los nerd. Aunque nos queda una última opción, aislarnos del resto y escondernos en algún rincón a la espera que pase el tiempo lo más rápido posible.

Mientras tanto pienso en el centro ideal, una escuela que no solo enseña si no que también educa en valores tan fundamentales como los sociales. Me gustaría ver algún profesor no solo impartiendo su asignatura o vigilando el patio, si no observándonos uno a uno para ayudarnos a la integración en el centro y con los compañeros, iniciándonos en el primer paso de la armonía y felicidad, requisito indispensable para tener una mente concentrada y poder desarrollar mi formación sin lastres, sufrimiento o acoso. Al igual que el desarrollo motor del niño   tiene fases  progresivas (gatear, andar…)  la formación en los centros educativos también se tiene que adecuar a las fases del raciocinio, aplicar como materia principal y obligatoria la socialización e integración con sus compañeros y el centro, como antesala al inicio en el progreso  del alumno y su aprendizaje. 

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